En cada etapa de la historia han sido diferentes las motivaciones que nos han llevado a avanzar, a superarnos a nosotros mismos, a dirigirnos hacia el progreso. Hasta hace muy poco tiempo era la tecnología, y de hecho muchas de las tradicionales potencias se han quedado ancladas en ella. Por el contrario, la motivación es ahora el conocimiento. Países como Japón o India están avanzando rápidamente en este campo. Estamos en la era del conocimiento, que constituye el actual resorte del desarrollo. Su vía de expansión son precisamnete las redes sociales, que nos permiten tener acceso a un número infinito de información, desde la que llevar a cabo nuestro propio aprendizaje. Esta es la forma que adquiere el progreso en los últimos años.
Tenemos que ser conscientes de las facilidades que pone a nuestro alcance la nueva afluencia de información, y saber utilizarla para mejorar en nuestra vida diaria. Debemos aprender los unos de los otros, siendo la imitación la mejor manera de aprendizaje. Pero tampoco debemos olvidar que no todo es recibir, luego se trata de aportar también algo a los demás, en el intenso flujo de relaciones que transcurren a nuestro alrededor. Ser partícipes de este proceso, ya que es una de las primeras veces en la historia en la que se da una circunstancia tal. El conocimiento se ha convertido en un nuevo eslabón para el progreso.
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