martes, 27 de noviembre de 2007

RESUMEN QUINTA LECTURA

EL MÉTODO DE MARX

Introducción

La sociedad es un número de individuos entre los cuales existen ciertas relaciones precisas y más o menos estables. La forma de la sociedad es determinada por el carácter y forma de estas relaciones. Las ciencias sociales abarcan todas aquellas ramas del conocimiento que tienen por fin el estudio y la comprensión de estas relaciones y de sus cambios en el curso del tiempo. Conviene recordar también que las cosas más evidentes son a menudo las más importantes.
EL profesor Robbins no llega precisamente hasta afirmar que la economía política no es una ciencia social, pero le disgusta evidentemente la opinión de que lo es.
El sistema económico no es considerado principalmente en términos de relaciones entre hombres y hombres (relaciones sociales) sino en términos de relaciones entre hombres y cosas. Es perfectamente cierto que aplicando o utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, se tropieza inevitablemente con las relaciones sociales y es preciso ponerlas a discusión. La construcción de este aparato conceptual está proyectada para superar cualquier juego particular de relaciones sociales. En consecuencia, estas últimas entran en el cuadro y en el plano de la aplicación.
Examinando el concepto particular de salario, la teoría económica ha vaciado su contenido social y ha definido la palabra como el producto, ya se exprese en valor o en términos físicos, que es imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general. El “salario” se convierte en una categoría universal de vida económica, en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad. Así, el profesor Robbins declara que las relaciones de cambio son un incidente técnico…subsidiario del hecho fundamental de la escasez. Adoptando el punto de vista que se acaba de establecer, es extraordinariamente difícil evitar deslizarse al hábito de considerar el salario de productividad como, en cierto sentido, el salario razonable, es decir, el ingreso que el obrero percibiría bajo un orden económico equitativo y justo. Se critica por inferencia el sistema económico actual en la medida en que no llega a adaptarse a un patrón hecho de conceptos que carecen totalmente de contenido social.
El punto está ya bastante claro. En cada caso los conceptos se toman del lenguaje corriente, se les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican indistintamente a toda clase de sistemas económicos. Se considera entonces que estos sistemas difieren unos de otros mayormente en cuestiones de forma, no esenciales en lo que concierne al economista.
Parece obvio que en esta forma el economista elude una exploración sistemática de aquellas relaciones sociales tan universalmente consideradas como concernientes a os problemas económicos, que están hondamente encajadas en el lenguaje cotidiano del mundo de los negocios. E>L punto de vista básico adoptado por la economía política moderna la inhabilita para la tarea más vasta de arrojar luz sobre el papel del elemento económico en el complejo conjunto de relaciones entre hombre y hombre, que forman lo que llamamos sociedad. Hemos decidido abandonar el terreno de la doctrina aceptada, esto es , la economía política, convencidos de que hay razones de inconformidad con ella, y explorar otra forma de emprender el estudio de los problemas económicos, a saber, la asociada al nombre de Kart Marx.

El uso de la abstracción:

Marx aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las ”aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificantes en las etapas sucesivas de la investigación, de modo que la teoría pueda tomar en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales.
El principio de la abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimiento. Debe uno decidir en alguna forma de qué hacer abstracción y de qué no hacerla. No hay dos investigadores que manejen sus materiales, incluyendo la manera de usar el arma de la abstracción, exactamente igual. Aun después de que la tarea del investigador ha sido terminada, sin embargo, sigue careciendo de una fórmula soberana que lo guíe. Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésta es la tarea específica de la abstracción. En la práctica se precisa formular la hipótesis acerca de lo que es esencial, profundizar en estas hipótesis y comprobar las conclusiones con lo datos de la experiencia.
En la producción social que realizan los hombres entran en determinadas relaciones, que son independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a una etapa determinada de desarrollo de las fuerzas materiales de producción. LA suma total de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad. No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que, por el contrario, su existencia social determina su conciencia. LA principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. La Economía Política es importante porque es en su esfera donde el ímpetu del cambio social ha de encontrarse. Marx siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubriendo que eran lo que él llamó conflictos de clases. De aquí se sigue que las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflictos sociales. Éstos son los elementos esenciales que han de aislarse y analizar por el método de abstracción. Pero inclusive esta hipótesis podría conducir a procedimientos divergentes.
LA sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan: burguesía y proletariado. Esta relación debe ser el centro de la investigación. El poder de abstracción ha de ser utilizado para aislarla. La adopción de esta actitud requiere un procedimiento que implica por lo menos dos pasos totalmente distintos. El primero, hay que suponer todas las relaciones sociales provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, en una etapa ulterior del análisis. El segundo, la relación capital- trabajo misma debe reducirse a su forma o formas más importantes. La índole de esta relación capital- trabajo es en su forma, una relación de cambio .Su estudio debe comenzar por un análisis general del cambio.. De este modo llegamos al verdadero punto de partida de la Economía Política.
Por otro lado, “una mercancía” es todo lo que habitualmente se destina al cambio más que al uso directo. El análisis de las mercancías, por consiguiente, implica el análisis de la relación de cambio en su aspecto cuantitativo.
El propósito legítimo de la abstracción en la ciencia social no es nunca alejarse del mundo real, sino más bien aislar ciertos aspectos de éste para fines de una investigación intensiva. Por consiguiente, cuando decimos estar operando en un alto nivel de abstracción queremos decir que consideramos un número reducido de aspectos de la realidad.
Gran número de las críticas hechas a la Economía Política de Marx están basadas, consciente o inconscientemente, en el rechazo a suposiciones con que trabaja. En cada caso, hay que hacer tres preguntas que siguen relativas a las abstracciones que dan lugar a la crítica: 1) ¿están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?, 2) ¿eliminan los elementos no esenciales del problema? 3) ¿se abstienen de eliminar los elementos esenciales?. Si estas tres preguntas son afirmativas, podemos decir que se ha observado el principio de la abstracción apropiada.


El carácter histórico del pensamiento de Marx.

Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. En otras palabras, la realidad social es un proceso histórico que, en principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada. EL proceso del cambio social, sin embargo, no es puramente mecánico, es más bien el producto de la acción humana. La sociedad cambia, y ala vez, puede ser cambiada. La aceptación consecuente de este punto de vista conduce a una actitud histórica ante la realidad social.
El pensamiento no marxista comprende el carácter transitorio de todos los sistemas sociales anteriores, en tanto que esta facultad crítica falla cuando se trata del orden capitalista. Para el típico pensador moderno, como decía Marx, “ha habido historia, peor ya no la hay”. Los marxistas, por otra parte, interpretan consecuentemente los hechos contemporáneos en un contexto histórico. Mundial. La diferencia no es, evidentemente, una cuestión de inteligencia, es una cuestión de método y criterio.

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